jueves, 15 de junio de 2017


Cuaderno de bitácora

Al echar la vista atrás he visto cómo la doble estela de mi velero dibujaba un camino de espuma en la superficie del mar. La estela duraba solo unos segundos y luego desaparecía enseguida. He sentido en los labios el sabor salado de una cierta nostalgia. Sé que ese camino ya nadie lo volverá a recorrer jamás.

sábado, 10 de junio de 2017


Cuaderno de bitácora 

Hoy he podido constatar que el cambio climático es, desgraciadamente, una triste realidad. Mientras navegaba por entre los fiordos noruegos, me lamentaba de que no quedara ni un solo iceberg flotando en el mar, pues todos se han derretido por el ascenso de las temperaturas. Y recuerdo que otros años, todavía en pleno mes de junio como estamos, en estas latitudes era habitual encontrarse muchos icebergs... cientos de icebergs azules y pequeñitos como cubitos de hielo que desde la borda yo solía recoger y guardar en la nevera para luego echarlos al mojito o al gin-tonic de los sábados. Lástima de mundo.
Por cierto, la foto que acompaña estas líneas es de hace unos años.

domingo, 4 de junio de 2017


Cuaderno de bitácora

Acabo de llegar a bordo de mi velero a la desembocadura del río Hudson, en el sur de la isla de Manhattan. He echado el ancla justo frente a la estatua de la Libertad y he sacado unas fotos. Hacía buena tarde y el agua no estaba muy fría, así que me he puesto los gallumbos de neopreno y he estado chapuceando un rato alrededor de la famosa estatua. Pero me hartado enseguida porque cada vez que metía la cabeza debajo del agua y abría los ojos veía todos esos cadáveres y toda esa porquería incrustada en los pilares que sustentan la estatua, la estatua de la Libertad... ¿Será esto una metáfora?

La Bella y el Bestia.